Admiro a la gente que cree en Dios. Que creen que todo pasa por algo, que la vida sigue y vienen cosas buenas, que lo malo de la vida son nada mas pruebas. Admiro a esas personas que creen en la voluntad de dios y que lo que decide él es lo correcto. Los admiro porque no soy asi, no me entra en la cabeza esa idea y porque me niego a creer que algún “bueno y maravilloso dios” se llevó a la persona que más amo, y que se la llevó con razones para hacerlo. Me niego a creer eso, y a creer que ese mismo dios que me arrebató todo y las ganas de vivir, es el mismo que me va a “poner otras cosas buenas en el camino”. Los admiro porque siguen con sus vidas, se convencen de que así tenía que ser, y yo sigo acá llorando y pidiendo que si es así, que me lleve, que me lleve a mi también y que allá me deje vivir la vida que soñábamos con Dam.

me.